jueves, 17 de junio de 2010

MINISTERIO DE CONSOLIDACIÓN




 Cada vez que alguien se propone en su corazón predicar el evangelio de Dios y ganar almas, vera el respaldo de Dios sobre su vida y las personas comenzarán a abrir su corazón a Dios. Sin embargo este es solo uno de los pasos, y es el comienzo de un arduo trabajo que todo aquel que hace discípulos necesariamente vivirá.
El proceso no termina al ganar a una persona para Jesús, a pesar de todo lo que nos haya costado ganarla. Si termináramos ahí nuestra tarea, sería como dar a luz a un hijo y dejarlo tirado durante las primeras horas de vida, aquello sería una tremenda irresponsabilidad de nuestra parte, y como padres espirituales no lo podemos permitir.

Cuando un alma se acerca a Dios y tenemos la responsabilidad de enseñarle a dar los primeros pasos en su vida cristiana es cuando comenzamos a vivir una tremenda responsabilidad, y cuando el enemigo tratará de hacer volver atrás a aquella persona.
Es aquí cuando la gente mas necesita de un apoyo, de alguien que le enseñe a orar, a acercarse a Dios, a leer la palabra; de hermanos y de padres que no le hagan sentir solo, sino acogido en una nueva familia que lo ama. Todo este proceso tiene un nombre: CONSOLIDACIÓN.
La consolidación requiere un esfuerzo, un sacrificio de nuestra parte; llamadas, oraciones, visitar, clamar por que crezcan en Dios, orar para que sean totalmente libres y sanos y adquieran el carácter de Cristo deben ser nuestros objetivos.
Al ganar un alma comenzará la lucha de la consolidación, pero recuerda que es una tarea sobrenatural y Dios es quien da el crecimiento en las vidas, no será con tus fuerzas, pero debemos movernos, clamar a Dios y hacer todo aquello que debamos hacer y el Espíritu Santo se encargará de hacer aquella obra sobrenatural.

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